De días soleados con ganas de tonos grises

De días soleados con ganas de tonos grises

No entiendo que tiene más peso en mi vida, si mi cuerpo físico o mi cabeza.

Te explico, le tengo un odio enorme a ciertas expresiones artísticas, por que mis manos no sirven para pintar, y mis cuerdas vocales no suenan tan armoniosas como me gustaría, le tengo un pavor enorme a expresarme de alguna manera que no involucre letras, por que las puedo ver en todos lados. Pero no hablemos de que trates de descifrar mis jeroglíficos que hablan de ti.

Por ello siento que mi mente tiene un peso más grande en el plano en el que existo que cualquier parte de mi cuerpo. Solo soy un parásito que habita este sistema nervioso que se levanta cada día pensando en hacer más cosas y llegar más lejos, que sueña con dar el gran paso y salir de esa vida que llama miserable de vez en cuando.

Igual y es el miedo a la monotonía lo que impulsa esos saltos diarios, saltos de fe que se deben dar cada día, para no despertar con sueño, para no despertar odiándolo todo.

Quizás mi mente es consiente de estas cosas y libera constantemente dopamina para que no me vuelva loco y no recaiga en problemas colectivos y la gente a mi alrededor deba preocuparse. Al ritmo de palabras que lees esto es al mismo al que las pienso. Puede te preguntes por que quise vaciar mi cabeza en un escrito. Pues yo también lo hago de a ratos, es impresionante que pueda disfrutar tanto de plasmar mis ideas al mismo tiempo que me lees y existo en tu cabeza, existo y empiezo a sembrar mis ideas, mis pensamientos y de pronto igual y mimetizas mis acciones, igual y empiezas a entender o adaptar mi rutina en tu día a día, lo que no me molesta, finalmente creo que tengo hábitos sanos.

Solo no soy un artista, y es que no puedo crear cosas como las demás personas. Y aun así, me ha costado, pero te he escrito canciones en mi mente con solo ver tus ojos, me he levantado religiosamente en un domingo a las 5 de la mañana y te he pintado cuadros con mis ojos, y te he grabado películas en mi cabeza, tengo un sin fin de cintas que me gustaría vieras conmigo, nada más real que las emociones del momento, nada más real que un espectador silencioso que disfruta de la euforia ajena.

Quiero que veas el mundo como yo, los colores, los sabores, cada sentido que me llega al realizar actividades mundanas, creo que es prejuicioso pensar que lo veras igual, pero si te he elegido ha sido por algo, alguna similitud deben tener tus ojos y los míos.

Por que te he amado en idiomas que ni siquiera sabia que existían.

Por que te he escrito canciones que en la vida podre cantar.

Por que te he buscado en lugares que solo existen para mi.

Por que te he escrito poesía que solo rima en mi cabeza.

Por que al final del día, mi cabeza es más un mundo libre y feliz que la miseria en la que habitamos, que si estas triste, siempre puedes merodear por mis recuerdos, solo pídelo y te contare de todas esas bellas memorias que tengo de esa sonrisa que era el postre más grato después de un sin fin de besos.

En fin, que te he dado vida, cuando más parecías no tenerla.